Después de que un cohete SpaceX explotó en una plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral en 2016, la compañía consideró la posibilidad de que la causa fuera un disparo malicioso de rifle.
El CEO de SpaceX, Elon Musk, cuenta la historia en un próximo libro, "The Space Barons: Elon Musk, Jeff Bezos and the Quest to Colonize the Cosmos". El Washington Post publicó un extracto del libro el lunes.
Las primeras indicaciones fueron que algo causó la explosión de una botella de helio en la etapa superior. SpaceX intentó replicar la explosión en el sitio de prueba de SpaceX en McGregor, Texas. Después de tener problemas para volar las botellas, probaron un rifle y obtuvieron la misma firma forense que la botella se recuperó después de la explosión.
"Literalmente pensamos que alguien había disparado el cohete", dijo Musk en una entrevista para el libro. "Encontramos cosas que parecían agujeros de bala, y calculamos que alguien con un rifle de alta potencia, si hubieran disparado el cohete en el lugar correcto, habría sucedido exactamente lo mismo".
Finalmente, SpaceX concluyó que había un problema con un recipiente a presión en el tanque de oxígeno líquido de la segunda etapa. Una investigación de la FAA descartó el sabotaje.
"Fue una herida autoinfligida", dijo Musk en la entrevista. "Nos tomó mucho tiempo, pero pudimos recrear la falla".